

Acabamos de darle al play: Comienza la Drop Reality
Todo comenzó con una pregunta simple:
¿Y si el mundo físico pudiera hablar?
Tras meses de desarrollo, de llevar la tecnología al límite y de empujar los bordes de lo creativo, hemos construido algo que convierte los objetos físicos en plataformas sociales.
No metafóricamente. Literalmente.
Hemos optimizado el escaneo de objetos para que sea sin fricción.
Reconstruimos la app desde cero—más de una vez.
Pusimos el sistema en manos de 50 betatesters increíbles.
Y les preguntamos a fans, creadores e influencers qué querían de los objetos que aman.
Y nos lo dijeron—alto y claro.
Ahora ha llegado el momento.
La Drop Reality está en marcha.
Y todo empieza donde muchas revoluciones comienzan: Kickstarter.
Ahí es donde abrimos la puerta al mundo.
Donde los primeros creyentes pueden ayudarnos a construir algo nuevo, diferente, salvaje.
En el centro de todo está STIK—el motor que hace posible la Drop Reality.
STIK convierte cualquier objeto físico en un DROb (Drop Reality Object):
un espacio digital interactivo donde las personas pueden conectar, publicar, explorar…
e incluso monetizar.
Las reglas de Internet ya no aplican.
Esto no va de likes o número de seguidores.
Esto va de conexión a través de objetos reales.
De desbloquear nuevas capas de significado, historia, valor.
Y de devolver el poder a quienes aman los productos, no solo a quienes los fabrican.
¿A dónde nos llevará esto en 2025?
Sinceramente, no lo sabemos.
Y justo por eso, es real.
No está guionizado.
No está pulido.
No es “perfecto”.
Está vivo.
Y ya está en el mundo.
Vamos a ver hasta dónde llega esta locura.
Bienvenid@ al Día Uno.
Bienvenid@ a Drop Reality.