Ser un OG de STIK es como haber comprado el Internet antes de que explotara.
Imagina que compraste coke.com, sneakers.com o taylorswift.com antes de que las marcas supieran que necesitaban una presencia online.
Los primeros en moverse no solo llegaron antes — reclamaron territorio digital antes de que el mundo se diera cuenta. ¿Y cuando el boom llegó? Ellos fueron los que se quedaron con el poder.
Eso es exactamente dónde está STIK hoy. Ahora mismo, cada sneaker, libro, vinilo y coleccionable está sin reclamar. Cada producto es un lienzo en blanco esperando convertirse en una Red Social. Pero una vez que alguien lo reclama, se acabó. Para siempre. No hay segundas oportunidades.